Carlos Rubio Carvajal y Enrique Alvarez Sala (Rubio & Alvarez-Sala) han ganado el concurso para la remodelación de la Plaza de la Cebada, lugar que toma su nombre en el siglo XVI por ser donde tradicionalmente se vendía grano y alimentos.
La propuesta presentada, gira en torno a una nueva plaza pública que articula a su alrededor el mercado y el polideportivo, es la plaza del mercado, que carece de construcción bajo rasante, haciendo posible la plantación de árboles frutales y plantas aromáticas. El acceso a este espacio se realiza desde las calles perimetrales de la Plaza de la Cebada y la calle de la Cebada.
El nuevo Mercado se traslada a la calle Toledo, desarrollando su programa en planta baja, 1ª y segunda para puestos del mercado, y la 3ª para instalaciones y usos terciarios asociados.
Bajo rasante se establecen cuatro plantas de sótano, la primera de ellas con el Cantón de limpiezas y el muelle de carga y las otras tres para aparcamientos.
El espacio deportivo se localiza tangencialmente a la nueva plaza interior, alineándose con la calle del Humilladero y con la plaza del mismo nombre. El programa se establece en dos niveles, con la pista polideportiva con acceso desde la calle. En el nivel intermedio están las instalaciones y sobre esta las piscinas.
En la zona sur del ámbito de ordenación se proyecta el espacio libre, peatonalizándola actual calle de la Cebada.
La cubierta unifica las construcciones del mercado y del deportivo. Se trata de una planta ajardinada, que recrea la estética geométrica y agrícola de los campos de cebada, con láminas drenantes que acumulan una reserva de agua, lo que permite mantener especies vegetales con poco esfuerzo. Este espacio es accesible y se convierte en un mirador singular del Centro de Madrid.
Paneles presentados:
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El actual mercado es durísimo con su entorno, quizá por un error de escala. Este nuevo complejo me gusta por fuera, porque colmata el volumen del espacio, pero me preocupa que la «plaza» interior tenga poco carácter y se convierta en un espacio residual. Me estoy a cordando, a este respecto, de algunos pasadizos comerciales fracasados.
Estoy de acuerdo con el comentario dela plaza. Como vecino me preocupa que no pongan espacio para un Supermercado ,En lbarrio solo hay uno y de baja calidad. Se neceista un «super» y espero que l ohagan como en la remodelacion de otros mercados municipales
EFECTIVAMENTE, LA PLAZA INTERIOR PUEDE SER UN PROBLEMA Y SUSCRIBO LA NECESIDAD DE UN SUPERMERCADO DE CALIDAD PARA LA ZONA.
La verdad es que diseñar una plaza interior no me parece una buena idea porque seguro que se convierte en el refugio de indigentes que habitan en la zona. Por otro lado en ningún sitio se dice que se van a incrementar las plazas de garaje, y el aparcamiento y eltráfico que genera es uno de los principales problemas de la zona.
Además, el elevar la altura del edificio convertirá todas las callea aledañas en más angostas de lo que ya son. Las personas que diseñaron el proyecto deberían conocer mejor el barrio y aprovechar la libertad que se dió en el concurso para proponer mejoras no solo estéticas. Resumiendo, no creo que sea acertada la elección, y el único punto que me parece novedoso es la terraza-mirador.
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Ya envié mi sugerencia al ayuntamiento solicitando que se tuviera en cuenta que sería de GRANDÍSIMA UTILIDAD el tener la piscina cubierta con TECHOS RETRÁCTICLES QUE PUDIERAN ABRISE DURANTE EL VERANO, con el objetivo de contar con una piscina en la época estival. Parece que la propuesto gustó, pues así se me contestó desde el Ayuntamiento, que les parecía muy interesante y sería trasladada al estudio. Aún no sé, en que habrá quedado el tema, pero sería un desperdicio no llevarla a cabo, teniendo en cuenta que se hace la obra desde el principio.
Yo también manifiesto mis reservas con la idea de una plaza interior, y también me uno a la opinión de que las personas que han ganado el proyecto conocen poco la zona y sus singularidades: por ejemplo, los sábados hay trapicheos en la plaza, muchas personas vendiendo objetos «de segunda mano» (o de cuarta o quinta), y la salubridad brilla por su ausencia. Hubiera preferido un espacio abierto y luminoso, de acceso fácil, un sitio de paso, no al que haya que ir intencionadamente. En fin, muestro mi opinión aunque quizás sea demasiado tarde (y creo que lo es).
Saludos
Mónica